Por: Camilo Martiano

Por ningún motivo quiero sonar negativo, mucho menos pesimista; pero en qu

 

 

-LOS TRAPOS SUCIOS SE LAVAN DENTRO DE CASA-

Por: Camilo Martiano

Por ningún motivo quiero sonar negativo, mucho menos pesimista; pero en que momento decide Santos dialogar con la Guerrilla más longeva del continente. En que momento decide el señor presidente hacer charlas de PAZ con un grupo que a lo largo de estos últimos 40 años han demostrado no solo  en el campo de batalla ser comprometidos con las causas justas y  ajenas a lo que en estos años han demostrado asco los gobernantes.

 

Y como puede la Guerrilla hacer este tipo de acercamientos con gente que le ha demostrado ser muy contraria a los intereses populares -ellos lo saben de sobra- como pueden ser tan doble moral ambos bandos, cuando el pueblo por largas décadas les ha pedido reivindicación a sus luchas y poco o nada han logrado hacer. Pareciera ser una jugarreta bien planeada por ambos sectores, tal cual sucedió en estas tierras hace ya dos décadas.

 

Si hablo de Guatemala es porque estoy viendo el mismo escenario que se comenzó a construir allá por los años ochenta y cinco y culminaría erróneamente un 29 de diciembre de mil novecientos noventa y seis. Todo esto de platiquitas en países que no han vivido en lo más mínimo una guerra que dure más de cuarenta años, no pueden estar aceptando tales compromisos de dialogo. Recuerdo muy bien las idas y venidas de los diferentes mandatarios, cuando se reunían allá en esos países escandinavos y tras diferentes noches de farra, llegaban paulatinamente los acuerdos de paz.

 

Mientras tanto los “Comandantes Guerrilleros” los recibían con beneplácito en aquellos países. Hoy la historia parece repetirse y con lujo de detalles Cuba se está prestando para ello. No es que esté en desacuerdo con tales reuniones, pero así como lo expone el Colega y compañero Colombiano M. Arango en su Editorial me parece difícil puedan llegar a un feliz termino; sino hay una verdadera reforma agraria, que se olviden los colombianos en que dichos avances puedan ser garante de una nueva patria.

 

La experiencia nos hace escribir de esta manera y en Guatemala por apresurar las cosas, hoy día tenemos un país mas convulsionado como el que teníamos en los años ochenta. Es decir en los ochentas sabíamos quienes eran y como estaban vestidos los enemigos. Hoy hasta los mismos “Revolucionarios” están al servicio de los lacayos que en aquella época les tiran balas.

 

Es necesario convocar al pueblo en general, antes de comenzar a dialogar de paz, las calles del pueblo colombiano saben muy bien que es lo que en verdad necesita el pueblo y no de manera antojadiza lleven a Colombia a una inestabilidad social, peor de la que hoy día impera en esa hermana nación.

 

Lo importante será convocar masivamente a toda la población y en consenso ponerse de acuerdo, sin salir de su patria para poder arreglar un problema de índole nacional. No tiene nada que ver ni Cuba ni Noruega, ni cualquier otro país que no haya vivido en carne propia cuarenta años de lucha interna.

 

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