Por: Carmen Castillo Travieso 

En próximos días llegará a Venezuela un barco con nuevo cargamento de diluyentes de petróleo extra pesado para facilitar su 

 

comercialización. No es la primera vez, en 1983 la IV República compró petróleo liviano en el extranjero para mezclarlo con crudo pesado para así facilitar su tratamiento y dinamizar la comercialización, pero no sorprendió a nadie por ser una técnica normal en países productores.

Nada nuevo, nada extraño, pero basta hacerlo en el Gobierno Bolivariano para que los ancestrales demonios mediáticos del petróleo, especializados en manipular la psiquis colectiva, salgan a la palestra al grito de ¡nos quedamos sin petróleo!

El llamado sorprendió solo a unos cuantos “analfabetas petroleros” debidamente inducidos, porque las agencias internacionales creen arrastrar en su absurda tesis el sentimiento y la conciencia nacionalista de todos y las venezolana en la guerra sin cuartel que ellos representan como medios de comunicación.

Resulta por lo menos, absurdo y lastimoso sin duda, que algunos docentes, periodistas que investigaron a fondo dichas agencias en sus características estructurales como su capital, mercado, personal directivo afines a los intereses ideológicos políticos económicos, solo en beneficio de las potencias dominantes para “vender” sus informaciones... que hoy dichos investigadores en su locura antichavista, nieguen todo lo que defendían, y hagan coro con nuevos “expertos” y desgastados opositores, como un Capriles cualquiera y gobernador viajero, que ha declarado no tener tiempo para leer, y así soltar alegremente: “insólita” la compra de cargueros de crudo a Rusia y Argelia”, y atribuyó tales compras a la “destrucción” de la industria petrolera…

¿Estará toda la oposición cortada por esta amellada tijera?.. Como no se deslindan de nada… y piden diálogo… ¡qué bríos!

Al pueblo venezolano, Chávez lo dejó despierto, alerta ante el inducido analfabetismo del gran capital dominante. En esta ruta, calificados expertos magíster en el campo de hidrocarburos como Carlos Mendoza Potellá y David Paravisini desmienten tajantemente a los agoreros al asegurar con propiedad: que no se importa crudos, es petróleo liviano que ante la mayor producción de extrapesados de la Faja y que lejos de perder se gana más al venderlo en condiciones propias del mercado.

y ¡se seguirán adquiriendo tantos como sean necesarios!