Por Lanacion.com.ve

“Esta parte de la frontera no había tenido tanta tensión en los últimos cincuenta años, como ahora.

Es preocupante el conflicto entre el Táchira y Norte de Santander, pues hay un ambiente de mutuo rechazo entre las poblaciones que, en un primer análisis, sirve a quienes desearían un conflicto entre los dos países, que son el uribismo y EE.UU”, expresa el analista internacional Pavel Rondón.

Pavel Rondón, exembajador de Venezuela en Colombia (Foto/Omar Hernández)

, a su modo de ver, se ha desatado por lo que denomina la  “guerra de los seguros”, en referencia a las exigencias de las gobernaciones del Norte de Santander en primera instancia  y, ahora, la del Táchira, que” han salido  proponiendo cobrarle seguro a quienes tienen que cruzar los puentes. Es lamentable que se practique el revanchismo, pues lo del seguro se saca de las mangas para contrarrestar a la otra parte”.

— Son intercambios verbales, no precisamente amistosos y nada integracionistas; la integración, por cierto, no forma parte frecuente de este lenguaje. Respeto mucho a los gobernadores José Vielma Mora, del Táchira, y a Edgar Jesús Díaz Contreras, del Norte de Santander, obvio, con el gobernador Vielma no solo es respeto sino coincidencia en los  objetivos bolivarianos nacionales. Pero, esta parte de la frontera, entre los dos países, no había vivido tal ambiente en los últimos cincuenta años— reitera.

A juicio de Rondón, “la lucha contra el contrabando se ha convertido para algunos en una lucha contra nacionales de Colombia, no contra las grandes mafias de empresarios de allá y de acá y funcionarios detectados que financian o participan del gran contrabando”.

Mientras que, señala: “La posición del presidente Nicolás Maduro ha sido clara en ese sentido, él dijo que las medidas anticontrabando no son contra Colombia, y fue preciso, no somos anticolombianos, yo me pliego a esa afirmación del presidente Maduro”.

Sin embargo, con la “guerra de los seguros”, a su parecer, “no se piensa en la gente, en el turismo que se interrumpe, en las actividades económicas diarias. Claro que debe haber un seguro -aclara- pero puede ser convenido, que se admita en cada lado el seguro del otro país”.

Sin embargo, indica el analista que: “En las circunstancias y los modos planteados, esta situación contrasta con las relaciones constructivas  y de cooperación que mantienen los presidentes Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos; y los cancilleres Rafael Ramírez y María Ángela Holguín”.

“Es peligroso el ambiente de animadversión”

Advierte además que: “El ambiente de animadversión es peligroso en una frontera donde hay grupos armados en contra de la paz en Colombia y en contra de las buenas relaciones entre los dos países.  Esos grupos podrían llevar a cabo incidentes con armas”, dice.

— Suerte que tenemos fuerzas militares que actúan diplomáticamente ante el otro país, y de acuerdo a protocolos militares internacionales, lo cual quedó evidenciado cuando una unidad militar venezolana cruzó el río Táchira y la policía apostada en Escobal adoptó el procedimiento apropiado. Igual cuando un militar destacado en Cúcuta fue sorprendido tomando fotos en una zona de seguridad, él recibió trato de acuerdo a su condición humana y de militar. Estas son muestras de que están entrenados para actuar ante situaciones fronterizas inesperadas— argumenta.

No obstante, insiste Pavel Rondón en que: “Las cancillerías deben estar alerta ante esta situación fronteriza, pues “ni siquiera durante la presencia de la corbeta Caldas en aguas territoriales venezolanas del Golfo de Venezuela 1987, o cuando fue detenido el canciller de las FARC, Rodrigo Granda, en Caracas, en diciembre 2005, por funcionarios sobornados por el gobierno de Uribe, hubo tales niveles de tensión”.

Recuerda que, en ambos incidentes “hubo alerta militar y máxima tensión. Siempre los diputados de la Asamblea Legislativa del Táchira y de la Asamblea Departamental del Norte de Santander, dieron muestras de manejo político de las relaciones, necesidad de la integración y conocimiento de los nexos histórico-familiares, económicos y culturales fronterizos y hacían llamados a los dos gobiernos a que mantuviesen la paz— recuerda.(LZ)

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