Por Miguel Ormaetxea
No hay un plantel de nuevas tecnologías: hay una nueva era tecnológica enormemente disruptiva que impactará en todos los trabajos, sectores, empresas y negocios. Lo llaman "economía de la imaginación" y los medios de comunicación que deberían ilustrar esta transformación están, ellos mismos, a años luz de empezar a entenderlo y aplicarlo.
"La imaginación es más importante que el conocimiento", dijo Albert Einstein. La era de la información va a dar paso a la era de la imaginación y la creatividad, como valores esenciales de la creación de riqueza. El pensamiento basado en la lógica y lo racional ha marcado hasta ahora el progreso de la humanidad, pero ya no es suficiente. Para entender el mundo en el que nos adentramos es necesario desarrollar el pensamiento intuitivo, la creatividad y la capacidad de crear síntesis armónicas entre una enorme variedad de innovaciones.
Hablamos de Inteligencia Artificial, de blockchain, de machine learning, de Internet de las Cosas, de robótica avanzada, de manipulación genética, etc. Pero todas ellas están relacionadas y hay que contemplarlas como un todo, un salto cuántico que debe ser el canalizador de casi cualquier estrategia.
Según Cisco, en los próximos tres años, el 40% de las grandes empresas habrán perdido un tercio o más de su mercado. Nadie está seguro y eso incluye a los gigantes de la tecnología como Google, Facebook, Amazon, Microsoft, Tencent, Alibaba... Uno de los principales dramas de este cambio es que en las escuelas actuales no se estudia ni se trata la gran mayoría de los conocimientos y las habilidades que se requerirán en pocos años. Según un informe del Foro Económico Mundial, el 65% de los trabajos del futuro cercano no existen aún y no se estudian en casi ninguna escuela. La tragedia es que la educación tradicional fue diseñada para la era industrial, que se está difuminando por el sumidero de la Historia. Todas las actividades susceptibles de automatización van a serlo en un futuro cercano. Los empleos para las personas estarán en aquellas tareas que requieran una experiencia compleja en la toma de decisiones, interacción humana, imaginación y trabajo 100% creativo. La imaginación y la creatividad no son talentos innatos como muchos creen. Estas habilidades se pueden enseñar y cultivar, y van a ser fundamentales para las personas en todos los ámbitos profesionales. La enseñanza por especialidades y compartimentos va a dar paso a la educación multidisciplinaria, en la que se enseña a los estudiantes a crear vínculos y establecer interrelaciones entre los más diversos ángulos y contextos. Cisco afirma, por ejemplo, que hay ya un millón y medio de puestos sin cubrir en ciberseguridad y la brecha se está ampliando.
Los medios de comunicación deberían informar sistemáticamente y en profundidad de estos cambios trascendentales. Pero el problema es que ellos mismos, sus dirigentes, están muy lejos de haber entendido el cambio que se avecina y de tener el valor suficiente para empezar a aplicarlos, asumiendo los riesgos inherentes e insoslayables. Los periódicos se siguen haciendo con los mismos esquemas que hace 20 años, con las mismas portadas, con las mismas secciones, cuando se precisa información perfectamente personalizada y adecuada a cada destinatario. La Inteligencia Artificial tiene que cumplir distintas e importantes tareas en el sector. Los chatbots y la consultoría van a tener que ser elementos esenciales del nuevo periodismo. Hay que reinventar la profesión de arriba a abajo.
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